CRÍTICA SOCIAL ATRAVÉS
DE LA ESCULTURA
Moisés Gil expone en
el Auditorio su obra bajo el título. Presencias, lo físico y lo irreal.
Las salas de exposiciones del Auditorio Ciudad de León, están ocupadas estos
días por una sensacional exposición de esculturas. El levantino Moisés Gil
demuestra en la amplísima muestra de su trabajo que presenta en León, que es un
artista capaz interpretar lo estructural y lo humano, de unir figuras que
aproximan su obra a la arquitectura, con imágenes de seres humanos que luchan,
trabajan, viven y sufren.
El escultor trata de
contar su historia y las pequeñas historias de los que le rodean, en una
interminable serie de capítulos escultóricos en los que el aluminio y el acero
se conjuntan para crear unas obras de extraordinaria calidad plástica.
En la sala pequeña,
ha querido Moisés Gil exponer sus obras de menor tamaño. Con ellas ha creado
una auténtica ciudad llena de hombres que hacen, cada uno por su lado, su
camino vital. Mientras unos van ligeros de equipaje, otros son mochileros
peregrinos, algunos transportan en sus maletas los recuerdos de toda una
existencia, pero también los hay que, inconformistas ellos, quisieran esconder
todo un mundo en sus pesados equipajes. Alguno camina solamente
acompañado por su perro.
En la sala grande,
como ya hemos dicho, cuenta el artista en sus obras capítulos diferentes de la
existencia de sus seres inventados. A la hora de explicar sus trabajos dice
Moisés Gil,: “Todo artista tiene un compromiso con la sociedad contemporánea y
me gusta, a través de la obra de arte, hacerme eco de lo que veo, siento y
vivo, de lo que pasa en la calle y en el mundo. Mis esculturas son una suma de
vivencias ya la vez una reflexión sobre las circunstancias en las que se
desenvuelven los seres humanos, sobre todo en un contexto urbano. De esta
formas trato de denunciar la dependencia social, el encasillamiento del ser
humano, al que estamos sometidos en esta sociedad que nosotros mismo hemos
creado”.
Moisés Gil emplea
dos estilos escultóricos bien diferentes en las dos partes de las que están
compuestas todas y cada una de sus obras. En la primera, en la que se
pudiera definir como contenedora del mensaje, trabaja conformas geométricas de
extrema sencillez y con el acero pasado por el óxido, son unas formas
geométricas que llegan a crear habitáculos minimalistas de gran belleza. La
otra parte, la que él mismo define como humana, está formada por hombres de
poderosas estructuras, de seres de musculaturas emparentadas con las figuras de
la mitología, y está realizada en aluminio, con lo que establece un agudo
contraste cromático con las estructuras que la sostienen. “Yo –explica el
artista- esta parte de mis obras la realizo sobre poliespán, que es material
muy dúctil, posteriormente hago con la escultura un molde de arena y la fundo
en aluminio, con lo que consigo que en ella aparezcan unas texturas muy
interesantes”.
Esta exposició de
Moisés Gil en el Auditorio sorprende al espectador y le ofrece argumentos para
pensar en eso que él llama “la sociedad contemporánea”
Marcelino Cuevas
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