martes, 28 de agosto de 2012


CRÍTICA SOCIAL ATRAVÉS DE LA ESCULTURA
Moisés Gil expone en el Auditorio su obra bajo el título.  Presencias, lo físico y lo irreal. Las salas de exposiciones del Auditorio Ciudad de León, están ocupadas estos días por una sensacional exposición de esculturas. El levantino Moisés Gil demuestra en la amplísima muestra de su trabajo que presenta en León, que es un artista capaz interpretar lo estructural y lo humano, de unir  figuras que aproximan su obra a la arquitectura, con imágenes de seres humanos que luchan, trabajan, viven y sufren.
El escultor trata de contar su historia y las pequeñas historias de los que le rodean, en una interminable serie de capítulos escultóricos en los que el aluminio y el acero se conjuntan para crear unas obras de extraordinaria calidad plástica.
En la sala pequeña, ha querido Moisés Gil exponer sus obras de menor tamaño. Con ellas ha creado una auténtica ciudad llena de hombres que hacen, cada uno por su lado, su camino vital. Mientras unos van ligeros de equipaje, otros son mochileros peregrinos, algunos transportan en sus maletas los recuerdos de toda una existencia, pero también los hay que, inconformistas ellos, quisieran esconder todo un mundo en sus pesados equipajes. Alguno  camina solamente acompañado por su perro.
En la sala grande, como ya hemos dicho, cuenta el artista en sus obras capítulos diferentes de la existencia de sus seres inventados. A la hora de explicar sus trabajos dice Moisés Gil,: “Todo artista tiene un compromiso con la sociedad contemporánea y me gusta, a través de la obra de arte, hacerme eco de lo que veo, siento y vivo, de lo que pasa en la calle y en el mundo. Mis esculturas son una suma de vivencias ya la vez una  reflexión sobre las circunstancias en las que se desenvuelven los seres humanos, sobre todo en un contexto urbano. De esta formas trato de denunciar la dependencia social, el encasillamiento del ser humano, al que estamos sometidos en esta sociedad que nosotros mismo hemos creado”.
Moisés Gil emplea dos estilos escultóricos bien diferentes en las dos partes de las que están compuestas todas y cada una de  sus obras. En la primera, en la que se pudiera definir como contenedora del mensaje, trabaja conformas geométricas de extrema sencillez y con el acero pasado por el óxido, son unas formas geométricas que llegan a crear habitáculos minimalistas de gran belleza. La otra parte, la que él mismo define como humana, está formada por hombres de poderosas estructuras, de seres de musculaturas emparentadas con las figuras de la mitología, y está realizada en aluminio, con lo que establece un agudo contraste cromático  con las estructuras que la sostienen. “Yo –explica el artista- esta parte de mis obras la realizo sobre poliespán, que es material muy dúctil, posteriormente hago con la escultura un molde de arena y la fundo en aluminio, con lo que consigo que en ella aparezcan unas texturas muy interesantes”.
Esta exposició de Moisés Gil en el Auditorio sorprende al espectador y le ofrece argumentos para pensar en eso que él llama “la sociedad contemporánea” 

Marcelino Cuevas

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